Gobierno garantiza que no se repetirá la balacera entre policías y militares, llama al diálogo a acuartelados

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La Paz, 09 de noviembre de 2019 (MC).- El ministro de Gobierno, Carlos Romero, aseguró hoy que el Gobierno nacional no precipitará un eventual enfrentamiento armado entre policías y militares, tal como ocurriera en febrero de 2003, y convocó a una mesa de diálogo a los efectivos del orden acuartelados en algunas capitales para discutir y atender sus demandas.

“Aquí no hay febrero del 2003, no va haber febrero negro. El ministro de Gobierno que habla se pondría en la puerta de una unidad policial para resguardarla. Este extremo no va a suceder”, sostuvo Romero en conferencia de prensa, en la que también invitó a los políticos de oposición a frenar la violencia entre los bolivianos y que amenaza el orden constituido.

El domingo 9 de febrero de 2003, el entonces presidente, Gonzalo Sánchez de Lozada, cuyo vicepresidente era Carlos de Mesa, presenta el proyecto del Presupuesto General de la Nación de ese año, que incluía un impuesto directo del 12,5% a los salarios. Las facturas ya no servirían para evitar los descuentos.

El 12 y el 13 de febrero de ese año, un motín policial y la movilización popular fue la respuesta al impuestazo, lo que derivó en un enfrentamiento armado entre policías y militares que dejó un saldo de 34 muertos, al menos 200 heridos, además de incendios de oficinas , como la Vicepresidencia, y sedes de partidos políticos.

Romero criticó que políticos y cívicos de la oposición pretendan convulsionar Bolivia instrumentalizando el malestar policial expresado en algunas unidades del interior del país.

Dijo que cuando una movilización política trasciende el orden constituido y pretende vulnerar la institucionalidad del Estado, es anticonstitucional y amenaza a la seguridad de la ciudadanía. “Todos los actores políticos, sociales, medios de comunicación y el pueblo boliviano tenemos la obligación histórica de neutralizar la violencia”, demandó.

En ese contexto, el titular de Gobierno admitió que “hay un malestar de la tropa policial, especialmente en Cochabamba”, evitó calificar el mismo como motín, acuartelamiento o repliegue policial, aunque expresó su seguridad de que con diálogo se hallará la salida a la crisis policial.

“Nosotros tenemos plena confianza en que vamos a superar esta situación, como lo hemos antes a través del diálogo. En mi condición de ministro de Gobierno voy a conversar con los representantes de la tropa policial y con los jefes policiales, para conocer cuáles son sus peticiones”, dijo.

No obstante, indicó que la Policía Boliviana tiene una enorme responsabilidad histórica, un mandato constitucional de protección del orden, de los ciudadanos, de la vida y de los valores “en los que se funda nuestra convivencia colectiva”.

Explicó que el malestar de la tropa policial será atendido en el marco estrictamente institucional y advirtió que, con la politización de sus demandas, la Policía quedaría cuestionada ante la historia. “Es en este marco que convoco a la familia policial a balancear lo institucional. Sus peticiones las vamos a atender para reencauzar el malestar en el marco de lo institucional”, insistió.

APUESTA POR LA VIDA 

Romero también impugnó las acusaciones de la oposición en sentido de que es el Gobierno quien promueve la violencia callejera; por el contrario, ratificó el llamado del presidente Evo Morales para la pacificación del país. “La paz social es el máximo valor que pueda alcanzar una sociedad organizada, es un patrimonio histórico del pueblo boliviano”, dijo.

Igualmente rechazó los dichos del presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, quien denunció que supuestamente su vida corre peligro, por lo que estaría buscando asilo en una embajada.

“No señores, no hay ningún plan para matar a nadie. Nosotros proclamamos como fundamental el derecho el derecho a la vida. No somos un gobierno que planifica la muerte, nuestra filosofía es de vida, y nuestros principios éticos no son compatibles con una estrategia de muerte”, aseguró Romero.

En ese sentido, el Ministro de Gobierno exhortó a la oposición a no exacerbar los ánimos de la población, “porque si vamos a ser consecuentes entre lo que decimos y lo que hacemos nuestra convocatoria como primer punto es la pacificación: todos estamos obligados a pacificar el país”.